Importancia histórica
Yin Xu, la última capital de la dinastía Shang (1600-1046 a.C.), marca el inicio de la historia de China. Durante siglos, la dinastía Shang sólo existió en la leyenda, hasta el descubrimiento en 1899 de inscripciones en huesos de oráculo en Yin Xu transformaron el mito en un hecho irrefutable. Estos caparazones de tortuga y omóplatos de buey inscritos, utilizados para la adivinación por los gobernantes Shang, son la forma más antigua conocida de escritura china, y documentan desde acontecimientos celestes hasta decretos reales.
Yin Xu, corazón político y espiritual de la primera dinastía de China confirmada arqueológicamente, floreció bajo el reinado de Wu Ding, que durante 59 años fue testigo de avances sin precedentes en la metalurgia del bronce, la guerra y el gobierno. El yacimiento de tumbas realesLos restos de la reina Fu Hao, líder militar, sacerdotisa y diplomática, revelan una sociedad impregnada de rituales, culto a los antepasados y maestría artística.
Yin Xu vasos rituales de broncealgunos pesan más de 800 kg, y su fosos para carros-la evidencia más antigua de carros tirados por caballos en Asia Oriental- subraya la destreza tecnológica de los Shang. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006, Yin Xu no es sólo un tesoro arqueológico; es la base de la identidad cultural china, que tiende un puente entre la prehistoria y la palabra escrita.
Centro político
Durante 255 años, Yin Xu fue el corazón administrativo de la dinastía Shang, gobernada por 12 reyes, entre ellos Wu Ding, bajo el que floreció el imperio.
Legado cultural
Los huesos de oráculo -utilizados para la adivinación- documentaban todo, desde las cosechas hasta las guerras, y formaron el primer sistema de escritura chino.
Dominio tecnológico
Los artesanos shang fundían intrincadas vasijas de bronce para rituales, demostrando una habilidad metalúrgica sin parangón en el mundo antiguo.